25 de abril de 2005

La hora de La siesta y una estrella del Bim Bam Bum

En Mendoza son las 14 y 33 de la tarde,
y en las calles se vislumbra muy poca gente
Es que ellos desde la una, disfrutan de su sagrada " Hora de la siesta"
Moros y cristianos
Comerciantes y taxistas

Don Ricardo que es un taxista viejito adorable,
quien cuenta ya con 40 años de oficio,
más treinta y ocho de Ferrocarriles,
Además de llevarnos en su carro,
nos ha adevertido de este saludable costumbre de la siesta,
y de paso, nos ha dejado entrever lo amable,
hospitalario, cálido y sociable que
suele ser el típico mendozino.

Ayer nos mudamos de alojamiento,
desde un hosteling muy cosmopolita , bullicioso
y universitario,
Cuya habitación se inundó irremediablemente,
tras nuestra primera ducha,
A un espléndido apartamento en pleno Necochea,
alma de la ciudad,
a pasos de la imponente y bella Plaza de San Martín,
en donde se encuentra el mismísimo Heroé,
montado sobre su corcel,orgulloso, en su rol de Procer de la Patria.

Este piso, cuenta con televisión, calefacción, música,
heladera, y tres ambientes,
Es encantador.
Quien nos alquiló esta "monada",
es una chilena avecindada hace más de treinta y nueve años,
en este país hermano,
Y no me refiero a una ancianita cualesquiera,
sino a la sinpar Lucy Arias,
ex primera bailarina del Bim-Bam-Bum,
Teatro de revistas y Vedette chileno,
famosísismo en la decada de los cincuenta
En esos lares se contorneban las mejores vedettes de todos los tiempos
El Bim Bam Bum era casi un pedazo de Europa en calle Huérfanos
anclado en el corazón de Santiago
Los mas lujosos automóviles de Santiago se estacionaban allí y en las
calles vecinas.
Es que el espectáculo era imperdible, incluso para la crema y nata.
Elegantes señores acudían con sus señoras ;pero la mayoría solos.
Por eso, los ramos de flores desfilaban hacia los camarines de las estrellas.
Por supuesto acompañados de inequívocas tarjetas.
Y las divas en sus camarines de lujo,
con su botella de whisky fino y Ron

Hoy en la intersección de calle Las Heras con calle Chile,
en las afueras de una tienda de alfajores,
la encontramos a ella,
Con su sombrerito de paja,
adornado con unas cintas chilenoargentinas
y bajo el sombrero, tras su orejita una coqueta flor,
con sus setenta y algo a cuestas,
que parecen no pesarle,
sobretodo,cuando de contar sus andanzas
farandulescas se trata;
ganándose la vida ofertando,
apartamentos, promocionando cafeterías
y dulcesitos artesanales,
pero por sobretodo aportandonos
hospitalidad, anecdotas y su fresca compañía.


Post data : He comido cuantas pizas y bifé chorizos me ha pedido mi insaciable estómago,asimismo he ingerido numerosos Vinos Rouge, llámese cabernet, merlot y of course malbec, esto debido a la maravillosa oferta gastronómica y vinícola local.

2 comentarios:

  1. Bie, che!!!
    Tanto tiempo que no voy a Mendoza.
    Saludo felino celeste y blanco!!!

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  2. holaaaaaaaaaaaaaaaa
    y yo tan lejossssssssssssss

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