24 de septiembre de 2007
Verde que te quiero verde
El azul le ha quitado protagonismo al verde,
y la playa le ha robado adeptos al campo
sin ser una mujer demasiado campestre,
vengo a revindicar los encantos del campo verde
a propósito de la jornada inolvidable de ayer.
Daniela y los niños,
junto a su madre y padrastro,
me invitaron a Rauten,
una localidad hermosa y rural entre Sta Rosa de Colmo y Quillota,
a visitar a gente de la tierra,
amigos del tío de Daniela-
Accedí de inmediato.
A eso de las 15 :00 hrs,
debajo de un parrón,
alrededor de una mesa rectangular de madera,
y al son de unas rancheras animadísimas
decenas de ojos curiosos
se detenían ante la convidada de piedra que acompañaba a Daniela y Familia.
Nos recibieron acogedores con bebidas etílicas caseras
sobreviviente del 18,
Nos abrieron la puerta de sus establos,
para poder acariciar a sus animales,
Nos `permitieron montar sus caballos favoritos
y hasta me prestaron una chupalla para cobijarme del sol primaveral,
Nos abrieron una ventana a sus vidas autenticas y felices,
Nosotras llenamos nuestros ojos de luz, belleza, simpleza,
y nos sentimos tan jóvenes como German y Ricardito
al sacar furtivamente los conejos blancos de su cajón,
La tarde trancurrió rapidamente
y me dejo una sensación de bienestar que me duró toda la jornada laboral de hoy.
Debemos volver a repetir estos sucesos una y otra vez.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
Linda
ResponderBorrarHace tiempo que no te visitaba
Y esta última entrada es de esperanza, sin dudas
creo que estás dispuesta a dejarte encantar por las cosas
lentamente,
que nadie pide que sea todo de golpe
sin embargo, Sofía,
sólo depende de tu voluntad de permitir que las cosas simples y bellas roben tu atención y te saquen una sonrisa.
Hay que poner un poco de voluntad de por medio y te fascinarás por las pequeñeces adorables.
Vamos, que se puede.
Siempre viene bien un día de campo. Abrazos.
ResponderBorrar