Volver a pasar por el corazón

Estoy leyendo El libro de los abrazos de Eduardo Galeano,
e inevitablemnte me detuve en esta cita inicial,
Recordar : viene del latin "recordari", que significa
Volver a pasar por el corazón .


Mi corazón , es como un Cinema que trabaja día y noche
en él se alojan y se proyectan todo tipo de recuerdos,
sin embargo, los favoritos y más repetidos suelen ser de amor,

El olvido racional no siempre va acompañado
del desalojo de nuestro corazón
de aquellos recuerdos que nos hacen sentir
casi como que siguieramos amando.

Pero, espero, que eso sea un mero espejismo.

Decidí hace ya diez días atrás
que dejaría de amar,
racionalmente me ha dado resultados,
llevo diez días sin llorar por él,
deambulando entre paisajes esplendorosamente primaverales,
hilvanando conversaciones a media mañana en cafés,
tomado vodka tonica a la hora de almuerzo en restaurant sofisticados
con vista al mar,bien acompañada,
adquiriendo pinturas contemporaneas de un fabuloso pintor santiaguino,
mirando el brillo del mar y bajandome intespestivamente
de la micro, para caminar sobre la arena o compartir un cuento con Daniela,
o bebiendo un cabernet de calidad, en el Bar Irlandés,
mientras analizamos el rumbo que deben
tomar nuestros destinos profesionales y emocionales.



¿Que me han dejado las historias sufies,
genialmente interpretadas por jodorowsky?

¿Como la amistad verdadera ha gatillado un redescubrimiento de mi alma,
tan olvidada y a maltraer ,
otrora,empeñada en girar en torno del erróneamente escogido y ausente
" ser amado ", como si él hubiese sido el sol ?

Como la sonrisa sin dientes de unos niños
sus preguntas inquietas y cándidas,
asi como su entusiasmo nervioso al disfrutar de las cosas simples,
me pueden haber hecho sentir frívola al haber perdido en algún
momento el interés en la vida, que es siempre maravillosa y sorprendente?

¿Cómo he ido evolucionando desde el pesimismo triste hasta un sutil entusiasmo
y enamoramiento de la vida?


Sin duda, quiero continuar,
aunque mi corazón, evidentemente lesionado
insista en pasar por el corazón una y otra vez historias de singular
belleza y profundidad, pero claramente fenecidas y pasadas,
y por lo mismo imposibles de reproducir.