27 de marzo de 2005

Mi Refugio frente al Mar




Este relato comienza en el mes de junio del año 2004, fecha en la cual arrendé un departamento desocupado en el corazón del puerto, con una espléndida vista al mar.

Estaba en deplorables condiciones, pero gracias a muchos galones de pintura Tricolor y la ayuda de algo asi como doce manos amigas los resultados fueron óptimos.

Emprendí esta empresa junto a un aparente "amigo", quien cubrió el 50 % de los gastos y aportó una cocina, un refrigerador y una televisión, entre otras cosillas domésticas, este judas recibió el apodo de " La culebra " por sus abominables maquinaciones posteriores.

El entusiasmo era de dimensiones, pese a mi tardía edad había vivido toda mi vida junto a mi madre, muy limitada en horarios y reprimida en cuanto a espacios y visitas, y sobretodo en cuanto a conducta sexual , esta tuvo la mayor de las veces de escenario a moteles de la ciudad culminando con el llamado del citófono anunciando que el tiempo había concluido.

Fue asi como rapidamente se pusieron en marcha toda mi ropa, fotografías, cartas de amor ya casi olvidadas, cajas, muebles y recuerdos infinitos.

Hubo un tiempo en que el ambiente lucía algo opaco y frío, más después de comprar algunos objetos que adoro, ha quedado de lo más habitable y acogedor.

Mi habitación es amplia e iluminada, tiene pocos pero apropiados muebles, una cama confortable es el marco perfecto para que el dormitorio cumpla todos sus requerimientos, el descanso y el placer se conjugan bien, cuando observo desde mi cama los quitasoles chinos que elegí.

A la fecha mi primer compañero de piso ( La culebra ) ya no vive junto a mi, afortunadamente, puedo agregar que con este siniestro personaje llegamos a un nivel de violencia pocas veces visto .
En la actualidad vivo con Celeste y Alberto, la primera amiga de hace más de una década y el segundo un amigo en gestación.

Los quiero muchisimo, y siento en ellos una nueva familia.
Junto a Celeste he vivido multiples experiencias, ella ha sido compañera de tantas jornadas, alegrías y desolaciones, realmente la adoro, y en este momento anhelo que encuentre una pareja digna de ella, que la acompañe, y que pinte su vida de nuevos colores, pues , la siento deprimida y cansada de la rutina.

Respecto a Alberto, es demasiado bueno, hay que aleccionarlo para que aprenda como tratar a las mujeres para que lo tomen en serio, uf, será una tarea nada fácil.

Con la llegada de estos tiempos de mujer emancipada, ha llegado a mi vida un hombre claro, adoro dormir junto a él,sentir su respiración, abrazarlo en la madrugada, y enredarnos una y otra vez entre las sábanas mientras hacemso el amor,su sonrisa y sus ojos color miel me hacen volar .



Al contemplar desde el ventanal del comedor el azul del mar o la cúpula majestusa del reloj turry, siento que no existe en el mundo otro rincon que sea capaz de cobijar tan bien mis temores y potenciar de mejor forma mis sueños...

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