Sobre una noche porteña y aves doradas

Después de una aplastante semana laboral,
condimentada de más sinsabores que recompensas,
me refugio al amparo de la presencia imponente,
majestuosa y sinpar de mi amiga Javiera.
Ella es una tremenda mujer,
en el más amplio sentido de la palabra,
Su metro setenta y algo no pasan inadvertidos,
ni en la Secretaría,
ni en las calles de este puerto colmado de hombre acosador,
ni para sus pares,
ni para inclusive sus impares
Mucho menos para mi, que fui capaz de percatarme a kilómetros
de que su envase es directamente proporcional a su alma gentil y voladora.

De sus antepasados germanos heredó un porte imponente y señorial.
Más su voz ronca y decidida,
su humor mordaz y picaresco
y su desplante descomunal,
la hacen parecer mas bien una femina argentina/de tomo y lomo,
Una especie de Cristina Tocco,
pero negándose a seducir hombres,
y negándose rotundamente a ser seducida.

Soltera e independiente,
prudente y sabia,
Me ha obsequiado horas de charlas y reflexiones insuperables,
El consejo sabio y oportuno,
que of course/ suelo desoir,
El oido atento y la mirada comprensiva
ante mis más agobiadores desvareos,y porqué no decirlo
La crítica cruel y franca, que mitigada por las nobles intenciones
no alcanza siquiera a rasmillar.

Entre nosotras median veinte años de soledad,
Ella ha resisitido ya cincuenta inviernos,
Ha decidido permanecer célibe,
cuidando celosamente su independencia y a su retoño/de trece años de edad,
La que escribe , muy por el contrario
vive corriendo tras el amor
vive y se desvive haciendo malabares múltiples para retenerlo.

De esta relación,
quien sabe si puede resultar un punto medio,
algo asi como la quijotización del robusto y calmo sancho
y la sanchificación del escualido y atarantado quijote.

Más tarde,
después de que Javiera se negara a la invitación
que le hiciese entusiasta, para salir junto a Celeste,
empeñada en ahogar nuestro cansancio y nuestras frustraciones
en un par de copas/más unos ritmos candenciosos,
Llegue a casa,
y solo una vez descalza
me pude sacar pesada máquinaria de la producción
que llevaba sobre mis espaldas.

Joe Vasconcellos amenizó la tarea de emperifollado previo,
Luego, Fito desató la sed de libertad,

Tras el proceso de metamorfosis glamorosa,
Me miré atentamente al espejo,
Debo confesar que después de mucho tiempo, me sentí satisfecha
El brillo de mis ojos armonizaba con el brillo de mi top fashion,
al más puro estilo new york, mínimo Buenos Aires...
Mis aros de cobre triangulares hacían perfecto juego
con algunos cabellos dorados sobre el rostro,
y resaltaban mi cuello, haciendolo lucir más largo de lo usual.

Ya Disfrazada de Diva Fashion,
en compañía de Celeste, en igualdad de condiciones,
nos lanzamos a la bohemia alternativa del puerto.
"Al Holliwood" le ordenamos al taxista,/ con tono festivo y ansioso
Minutos después tras la decepción ante un galpón vacío y un barrio brígido
figurabamos entumidas, ante el frontis del localucho
esperando con urgencia un taxi en dirección contraria
temerosas de que por culpa de nuestros atuendos farandulescos,
fuesemos a ser confundidas con otro tipo de féminas del sector

Igual suerte corrimos con El Club El Puente,
El Irlandés y muchos otros sitios
que resultaron bien cerrados,
o bien aburridos o too much decadentes.

Ante tamaño fracaso,
y en especial consideracion del tiempo invertido en nuestra performance de divas,
decidimos , a eso de las dos y media de la madrugada,
optar por lo tradicional,
La Piedra Feliz, fue el lugar honrado con nuestras insignes presencias,
El Vodka estaba increible,
la música cubana hizo aflorar todo mi talento caribeño
Luego, tras mucho reirnos
nos dirigimos al subterraneo " bailable",
sitio corriente pero soportable



Frente a nosotras ,
estaban por rácimos,
Ellos, vulgares consumidores de pollos asados de supermercados,
Los hombres solos del recinto
la mayoria excedidos en años, en kilos y en lascividad
observaban a distancia/ ponderando y evaluando a las mujeres solas existentes
Cual comprador compulsivo,
Todos querían el suyo.
Sacaban números,
hacían fila,
Curiosamente Celeste y yo eramos las aves más cotizadas,
pero uno a uno fueron descartados,
no faltaron tampoco los que se inhibieron al ver el fracaso rotundo de sus pares.

Que se habrán creido!
esta ave ha sido hecha para volar,
no para ser alimento de jotes,
además tengo destinatario,
En cuanto a Celeste
Ella es demasiado especial,
como para dejarse elegir cual pollo al espiedo.

Tras convencerme que mi sentido de pertenencia con respecto a Diego no es menor,
ya que lo extrañé durante parte importante de la jornada,
nos marchamos a nuestro piso,
solas,
con nuestros tutos y presas bien puestas e intactas.

Al llegar a casa,
nuevamente descalza,
antes de apoyar mi cabeza sobre la almohada,
me empino para ver a través de las ventanitas de mi habitación,
la conjunción de la noche y el amanecer



Observo las luces que aún coronan los cerros/y el vuelo precoz
de alguna gaviota bohemia,
maravillada y satisfecha me digo que ese zocalo bullicioso y lleno de humo,
no es sitio para aves...

Sin embargo,
al recrear los momentos vividos,
la complicidad del emperifollamiento entre amigas,
la sonrisa libre y despreocupada de celeste,
al revivir el placer que solía sentir en mis años mozos al bailar,
me digo;que de vez en cuando
Noche porteña + amistad entrañable + vodka en mano + ritmo caribeño
no está tan mal...