Evocaciones Navideñas

De pequeña esperaba con ansias y nerviosismo
esta época mágica, colorida y festiva,
Tempranamente empezaba la algarabía,
cuando en las calles, se escuchaban las campanitas de Rudolph
y se respiraba en el aire clavo de olor y pan de pascua,
Los viejos pascueros rechonchos y bonachones,
invadían las calles,

Muñecas preciosas, juegos de tazas y ollas a la imagen y semejanza
de las que tenía mi madre en su cocina,
se exhibían en las vidrieras de las calle Valparaíso
Todas las galerías cubiertas de rojo y verde,
los chinchineros deleitándonos con sus habilidades carnavalescas
en pleno Portal Alamos.

Recuerdo con nitidez cuan feliz me hacía participar en esa concepción mágica,
que significaba darle vida al árbol de pascua,
era simplemente alucinante
Nuestro árbol lo había traído mi padre desde Pánama,
en alguno de sus viajes en Buque,
era plateado, y los adornos de vidrios multicolores.
Las manos mágicas de mi madre,
sumadas a mi colaboración entusiasta,
lo volvían el árbol más bello del mundo,
rodeado de juquetes antiguos,
que salían de sus apolilladas cajas de cartón, semidesarmadas,
y asi como por arte de magia
desfilaban ante mis ojos gigantes de asombro,
el ratón en autotomóvil, a cuerda
el Topogillo en camisón.
La Maribel cantando el pájaro azul,con su disco repetitivo y chillón,
y un sinfin de personitas que solo eran sacadas de sus prisiones perpetuas
en esta época del año.
Mi madre, confeccionaba vestidos apropiados a mis muñecas
y sentaba a la sombra del arbolito
a " La negrita", muñeca africana, motuda y de cabello corto,
que antaño la había acompañado en sus infantiles travesuras.

Cada nochebuena debía acostarme temprano y dormir,
sin osar sorprenderlo en su visita,
pues como decian mís padres,
eso al viejito no le gustaba nadita,
Al día siguiente,
después de dormir bien apurada,
me levantaba rauda y nerviosa hacia el dichoso árbol,
Felicidad Máxima!
Estaba colmado de regalos
Era ciero, el viejito nos miraba con lentes largavista y había
visto cuan bien me había portado.

De tanto regalo recibido en esas dulces circunstancias,
dos son los que más recuerdo,
Uno de ellos fue una Guitarra Verde sicodélica,
grande, con cuerdas que emitían sonidos,
era increible,
La amé.
La otra, era mi entrañable "pepita"
De todas las muñecas lindas y costosas obsequiadas,
la más valorada por mi fue pepita,
una muñeca de trapo, blandita, humilde y sonriente
que velaba mis sueños cada noche/sin su compañía jamás hubiese osado dormir.
Esta muñeca era puesta en el arbol cada año,
para que el viejito,
procediera a hacerle una cirugía de cuerpo y alma.
y al más puro estilo nick tup, la reconstruyera dejándola como nueva,
con un solo Abracadabra,
Porque la pobre llegaba a diciembre pegajosa, sucia y a maltraer
El viejito era un maestro en esos quehaceres,
le cambiaba ropa, cara,color de pelo, nariz, piernas más largas, etc
Obvio,si era tan sencillo como meter en el saco a la pepita vieja
y en su lugar dejaba una pepita nueva, cero millas,
Lo triste es que yo no lo sabía...
por eso me entristecí tanto al saber que tal cirujano plástico
o mago, o viejito, o Santa, era solo un mito,
LLanto y decepción máxima a los diez años,
Desconsuelo profundo al enterarme de que no habían ni renos, ni duendes ni viejo,
y que la original pepita hace años yacía en un basurero.
Tamaña decepción solo nos alcanza a las almas ilusas y sensibles,
asi como Javiera, quien me contaba que atravesó una
dantesca depresión al descubrir que el viejito no existía.

Pasaron los años y las navidades se tornaron más frías
con menos familiares y más dolor,
con regalos más esperados y convencionales
Sin embargo conservo las ganas de hacer artesanalmente mis tarjetas navideñas,
de hermosear mi piso,
de comprar con devoción cada regalo que sé que es justo
lo que su destinatario disfrutará.

Por eso me siento bien
Porqué es Navidad también en mi corazón,
soy afortunada ya que todo indica que conservaré o mejoraré mi empleo,
tengo amigas que son maravillosas,
Celeste y Helena forman parte de mi alma,
Javiera y Aline son mujeres que endulzan mis días laborales,
Mi madre está viejita pero sana,
mi perrita Bridget es una delicia,
mis hermanas son distintas a mi pero sé que me quieren,
Mis sueños no reconocen límites,
sin olvidar que el hombre que me acompaña es un lujo,
guapo, honesto, consecuente,alegre,leal,inteligente, apasionado y géntil,
y después de mucho reflexionar,
creo que estoy aprendiendo a volar,
y que este vuelo recién comienza.