12 de marzo de 2012

El año en que vivimos en peligro.


Estamos ya en el tercer mes de este apocalíptico año dos mil doce,
año de fortuna según los chinos, ya que se encuentra regido por el dragón de agua
pero según los mayas, año nefasto, ya que el próximo 21 de diciembre,
sería el fin inapelable, de este mundo precipitado, superfluo, consumista, y banal.
Las señales se encuentran en que el calendario se termina inexorablemente,
y por otra parte los planetas se alinearán, con consecuencias perniciosas e insospechadas
tampoco olvidar que las tormentas solares harán caer los aviones, los satélites, y otras modernidades.
como corolario, la tierra se sacudirá como nunca antes y los océanos cubrirán los continentes, sin misericordia de sus habitantes.

Confieso que he sentido y siento temor,
miedo del calentamiento global,
de los mega terremotos estilo japón o cobquecura,
particularmente miedo de morir aplastada o quedar sola muriendo de hambre y de estupor entre los pasillos de mi edificio entre escombros y la oscuridad,
o de arrancar de una ola gigante como ya sucedió ese día 11 de marzo de 2011,
más, de solo pensar en ver morir a mi gente, de perderlos, o estar separada de ellos, de la incertidumbre y de la soledad, se me oprime el corazón.

Pero más inquietante es el lucro cesante si es que muero?
Los hijos que nunca tuve, y que ya no podré llevar de la mano a su primera clase,
al zoológico, a su primer cumpleaños, o acompañarlo a dormir, mientras leo un cuento
Las tardes de juego, de risas, de cosquillas, de dicha,
La pequeña que se parece a su padre y que se empeña en ser como yo, y que a escondidas usa mis collares y mis zapatos de tacón?
Las vacaciones en jeep con mi Vicente escuchando "friday I am in love" por el desierto o por la carretera austral.
Las noches de enero, durmiendo acalorados solo tapados con las sábanas,
y las tardes de junio acurrucados viendo esa película de colección,
Los brindis por los éxitos compartidos,
El abrazo contenedor por ese nuevo dolor, las angustias compartidas,que de a dos son más llevaderas.
La primera navidad decorando el arbolito de navidad con mis hijos,
el primer perrito pequeño que le obsequiaré de regalo en una cajita, ver sus caritas!
Los viernes un cocktail con las amigas, cotorreando sin parar,
ir de compras con la amiga del alma, solo para tener una excusa para intercambiar secretos, llorar si hace falta o celebrar.
Recibir a mis amigas en mi casa, y ver a los hijos comunes jugar.
La satisfacción de ganar ese juicio de 4 años en que no hay honorarios de por medio pero si sentido de la justicia y rigor.
Coger la mano de mi madre en sus últimos minutos, y decirle te quiero mamá, al oido para que muera con un recuerdo tibio y una sonrisa en el corazón.

Pero cuesta descifrar o comprender,¿ porqué tememos tanto a la naturaleza, al dolor físico, a la muerte propia y a la muerte próxima?
si es que vivimos como zombies autómatas la mayor parte del tiempo
Vivimos de forma deshumanizada, egoistas, aletargados, socializados artificiosamente, realizando rutinas domésticas, laborales, familiares, interpersonales, el imperio de la costumbre, de la no imaginación, de la imitación y del deber. Comemos, bebemos, dormimos, corremos al bus con el estres de la mano, con la culpa de collar, con los complejos en la cartera.
Y entonces, en vez de temer ¿porqué no vivir mejor?
cualquier día todo termina, no necesariamente el dos mil doce, el mundo privado de nuestros padres, hermanos, tios, amores, culmina por accidente, o por vejez, y nos quedamos con un recuerdo triste y culpable, de auto reproche, esa sensación de haber exteriorizado solo una pequeña parte de nuestro amor, de haber sido solo una sombra de lo que quisimos en verdad ser para esa persona.

Asi que en vez de ser el año en que vivimos en peligro, que sea el año en que perdamos el miedo al peligro de morir, y asumamos que el verdadero peligro es no vivir como deseamos, siendo tolerantes, libres, felices, y dando amor sin límites.

2 comentarios:

  1. qué ciertas palabras!! me encanta leerte !!

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  2. Anónimo2:18 p.m.

    A cuentagotas, pero haz vuelto.

    Pensé, seguro la felicidad no le da tiempo de escribir.

    Como sea (aún con miedo), es un gusto saber que por ahí andas dando de patadas al mundo :D

    wEn rIzo
    :)

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