Ha pasado mucho tiempo desde las crónicas de mi piso de soltera, forzadamente descontinuidas por lectores impertinentes, ex novios despechados, y falta de anonimato.
He dejado atrás novios, malos amores, amigas, trabajo, y ataduras,
Comienza todo nuevamente, un mar de posibilidades y muchas incertidumbres.
Tratando de sacudirme de una depresión más grave de lo que inicialmente imaginé, me impongo como terapia, la escritura, el relato y la catarsis de contarles mis aventuras y desventuras.
Llevo ya casi cuatro años de intermitente relación sentimental con Vicente, y estoy en ese punto del camino, que es justo una intersección, entre un nuevo camino o el camino conocido.
Tomaré la decisión, siendo honesta y tratando como siempre de aspirar a lo más parecido al amor.
Estoy a siete días de renunciar a mi cargo público de hace seis años, para comenzar una nueva etapa de estudios y emprendimiento.
Cambiar de hábitos no es sencillo, eso pretendo al recomenzar estas líneas.
Es invierno, y a veces el gris no ayuda a sacar los colores internos.
Quiero acción, movimiento, sorpresa, y no estoy dispuesta a esperar, quiero ir en busca de esos cambios.
Envío un abrazo y una invitación a todos esos lectores antiguos, para que volvamos a ser cómplices y acompañantes en esta travesía
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