Aires Primaverales

Después de mucho frío, infinidad de temores y angustiante estres,
respiro un aire más saludable,
Desde el ventanal de mi nueva oficina
veo con claridad como se menea inquieto el mar meciendo cuanto lobo marino, foca y buque mercante navegue por sus aguas,
Escucho atenta el jazz que prodiga el saxo del artista callejero que toca justo frente a la fuente de Neptuno,
y me percato de que en verdad no detesto tanto el jazz como le suelo decir a Diego,
mas que nada, para que no abuse de su discografía jazzistica especializada.
Pocas pero preciosas veces,cuando me quedaun tiempo
contemplo relajada y feliz desde lo alto,
como cientos de desconocidos pululan apresurados y cotidianos
caminando ensimismados por el centro más bonito y colorido de mi ciudad.

Es que trabajar en plena Plaza Anibal Pinto,
resulta ser un verdadero privilegio,
más aun cuando se es poseedor de una oficina amplia, soleada, con primerísima vista
y un escritorio tan grande y funcional,
que alcanza para albergar mis más múltiples y cuantiosos cachibaches.

Ocupamos estas dependencias hace ya un mes,
y el cambio de condiciones laborales además de evidenciarse en la producción,
se trasluce, en las sonrisas que llevan todos mis funcionarios
dibujadas en sus rostros.
Ricardo tiene por fin una oficina bonita y acogedora,
alejada de la vorágine,
y como él es más bien solitario y dueño de sus espacios,le encanta!
Rodrigo y Pedro ya no caben en sus camisas de satisfacción,
bueno, y ...de tanto comer pasteles de la ligua, hay que decirlo!!!

Daniela se muestra como siempre trabajadora, espontánea y risueña
y esta vez interesada en seguir al pie de la letra mi dieta vegetariana,
basada en múltiples y coloridas verduras y frutas,
Esta nueva alimentación,implementada desde hace solo un par de días,
radica en seguir los sabios principios orientales
que aconsejan " comer para vivir / y NO vivr para comer
o en buen chileno, " comer y no llenarse"
Este desafío estético y de salud,
porque mi higado ya no podía más con tanta papa frita, pan con queso
y otras golosinas chatarras,
se ha traducido en una árdua lucha para alguien tan ansiosa y golosa como yo,
Es que se viene la primavera, y trae de su mano al verano,
y of course, ahora que tengo 31, debo dignificar mi edad con una condición física
y estética que demuestre que junto con elevar la esperanza de vida,
las mujeres modernas elevamos también nuestra imagen,
luciendo y manteniéndonos cada día mejor...

Este Sábado reciénte nos fugamos al campo con mi Diego,
por suerte, hace ya varias semanas que nos estamos entendiendo de maravillas,
esta circunstancia me tiene más optimista que lo usual,
El pasó por mi a eso de las 4 y treinta de la tarde,
nos fuimos en el auto, cantando y flirteando como unos adolecentes,
Diego olvidó su billetera,asi que el presupuesto fue tan escuálido,
como mi billetera a tan solo tres días antes del pago,
Pero decidimos no devolvernos a la ciudad,
haciendo rendir mis miserable pero solidario presupuesto,
el plan contemplaba completos caseros
un ron sobreviviente de la última farra,
al desayuno pan con huevos revueltos
y para el hambre del mediodía, arroz con ensaladas frescas y mayonesa casera.
Apenas llegamos, respiramos hondo todo el aire campestre del jardín,
aroma a árboles,leña, tierra semi mojada,y hierbas
se convirtieron de forma espontánea en un afrodisiaco perfecto
toda vez que la naturaleza, el silencio,
y la libertad plena que se siente al estar a solas con la persona
en quien primero piensas cuando abre la mañana,
no tiene parangón...

Pero más temprano que tarde el lunes siempre llega
y heme aqui en mi oficina gubernamental
escuchando Gotan proyect,
mirando la ciudad de noche
que es aún más fascinante que con luz natural.

Aún cuando tengo infinidad de cosas que contar,
por mi larga temporada ausente,
en este instante el cansancio se ha hecho presente
concentrándose en un fuerte y molesto dolor de espalda
de esos que solo se quitan al estar acostada la camita,
bien calentita frente al televisor,
Por lo mismo, me retiro a mis aposentos,
que se encuentran a cinco cuadras de este laborioso lugar,
porque mañana la marea se viene fuerte,
además tengo muchas ganas de hablar con celeste,
a quien , muy a mi pesar, cada vez estoy viendo con menor frecuencia,
y como no pienso prescindir de su preciosa amistad me voy ya a mi piso,
que ahora es una verdadera selva bien verde,
gracias a las plantas que trajo consigo,
(encaramadas sobre el camión de la mudanza,
junto a su maquina de coser,toneladas de ropa,
miles de revistas, libros y otras hierbas)
nuestra nueva inquilina y amiga, Camila.