Voracidad y amor.

El Sábado por la noche, me sorprendí, copa de vino tinto en mano,
De fondo, Vicentico interpretando boleros remozados,
y yo, partícipe de historias y conclusiones filosóficas
algo extrañas en torno al amor,
Afirmé de sopetón, que la droga y el amor eran semejantes.
El decía que no, que en realidad la droga te destruía,
yo infería que ambas te hacían feliz en el corto plazo/ con suerte a mediano plazo, pero que inefablemente ambas te destruyen.

Al escucharme, me percaté de que era una drogadicta sin tratamiento de rehabilitación a la vista.
durante treinta y tres años y medio he deambulado de droga en droga,
eufórica a ratos, estos ratos podrían extenderse por semanas o meses,
pero siempre tienen el mismo desenlace.
la dependencia, o el desinterés, el desanimo, la angustia, y siempre como destino final el dolor.

No me recuerdo, en algún capítulo de mi vida pasada, sin amor,
tal vez sola, si,
pero sintiendo un amor incendiario, siempre.

Me drogo de amor,
eso es,
Me enamoro hasta los huesos, para después desilusionarme, aburrirme, decaer, enrrollarme, sufrir... y heme aqui una vez más en este mismo juego.

Mis relaciones, son incipientemente voraces, ansiosas, taquicárdicas, extremas, literarias, rojas.
Deseo comerme al otro, con corazón y todo.Por eso, son por sobretodo VORACES.
Si la voracidad se va, me siento opaca y débil, alicaída y corriente,
entonces huyo, o me alejo antes de que ocurra en todo su esplendor.

Que es la voracidad, sino la necesidad, el hambre de otro,
otro tan potente y extravagante como yo.
otro que se deja devorar, pero que sutilmente se resiste,
otro que es presa, pero también, cazador.

No me gustan los hombres voraces , que con el tiempo se convierten en predecibles, o calmos.
No quiero decir, que sea conveniente el desconcierto a diario,
o la indiferencia,
de hecho , es inconveniente, pero irresistible,
eso es justamente eso lo que me atrae de un hombre,
y me hacer sentir voracidad por él.

Entonces, será que el amor, entendiéndolo como lo comprenden la mayor parte de los mortales, no es para mi,
Tengo serias y fundadas sospechas, de que no lo es,
o más bien, creo que vivire instantes de voracidad intermitente.